miércoles, 7 de mayo de 2014

18 ESTRELLAS




A diario nos enfrentamos al mundo, algunos días son buenos otros no tanto, es complicado hacer de nuestros días experiencias inolvidables, bien sea por estar sujetos al devenir de las cosas, de las situaciones y obstáculos que aterrizan sin previo aviso.

Nos atemorizamos algunas veces a situaciones difíciles, sin embargo, siempre habrá dentro de nosotros una fuerza, una motivación y  ganas de enfrentarlas; de seguir encontrando nuestra estimulación para continuar hacia adelante, somos seres persistentes y en ocasiones tercos, una valiosa cualidad.

Redescubriendo la cotidianidad es una deriva radial que precisamente permitió afrontarnos a acciones que no se realizan con frecuencia, definitivamente es un reto, no acostumbramos a saludar a cada una de las personas que pasan por nuestro lado, simplemente caminamos pretendiendo llegar a nuestro destino.

El poder regalar una flor y entregársela a la primera persona que encuentres, es un acto de generosidad que es casi inexistente, no se puede considerar esta acción como común y que se práctica a toda hora.

Por cada acción que realizarás exitosamente, obteníamos una estrella simbólica, considero que el propósito no es tener la mayor cantidad de estrellas, el propósito y el regalo que dejó esta experiencia es conocernos y conocer nuestro entorno, de mostrar la necesidad que hay en conocer nuevas personas, de compartir un pequeño rato  con ellas mientras caminamos por las calles o viajamos en bus.

Todo es posible si dejamos a un lado la pena, las inseguridades, el miedo; de esta manera lograremos hacer de nuestros días, experiencias más significativas, valiosas y quizás inolvidables.




OBTENIENDO ESTRELLAS, OBTENIENDO EXPERIENCIAS.




El destino para poner en marcha está experiencia fue Santa Rosa de Cabal.El frío no fue motivo para no lograrlo, por el contrario de alguna forma se dio un clima tranquilo, apoyando la ejecución de la deriva radial.


No fue una sorpresa aceptar los rechazos o las ignoradas por parte de los transeúntes, como se dijo anteriormente, no es común que regales flores y saludemos a cada persona que pase por nuestro lado; cuando nos trasladamos con la ayuda de un medio de transporte como el bus, alguien puede abordar el bus, saludar muy amablemente y muchos nos quedamos callados, el objetivo era cambiar dicho aspecto, no solo saludar sino que entablar una conversación con alguien, lastimosamente obtuve un rechazo al intentar relacionarme con una señora, de unos cincuenta y tantos de años pero queda el aprendizaje.




El color azul al igual que el verde son los colores que más me gustan, quizá por el color del cielo, de los árboles, de la naturaleza, en fin de nuestra hermosa tierra, de nuestra generosa papachama. 

Llego el momento de regalar abrazos, confieso que dar un abrazo, sentir el cuerpo de la otra persona y su respiración, es muy agradable, aunque solo fue una joven quien me acepto el abrazo, fue muy placentero sentir la energía de alguien que no conoces.

Hablar con acento español, lo considero sencillo, quizá porque a veces bromeo hablando en dicho idioma, cumplí satisfactoriamente con está misión.




FIN DEL RETO Y EL COMIENZO DE MUCHOS
 


Fueron 18 estrellas las que obtuve, fruto de momentos cargados de miedos, penas e inseguridades, pero a la vez de aprendizajes, la importancia de compartir con otros seres, de ser amables, de no andar vendados por las calles.

Ahora solo quedará obtener más y más estrellas, así como las estrellas son infinitas las experiencias también lo son, solo radica en obtenerlas mediante la confianza y la seguridad.